Las Bendiciones
Al
colocar las velas de Janucá se recitan las siguientes bendiciones:
"Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Ha'Olam
Asher Kideshanu Bemitzvotav Vetzivanu Lehadlik Ner Janucá".
"Bendito eres Tú, Señor, nuestro Di-s,
Rey del Universo, que Nos consagró con Sus preceptos y nos ordenó
encender las velas de Janucá".
"Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Ha'Olam,
Sheasá Nisim Laabotenu Bayamim Hahem Bazemán Hazé".
"Bendito eres Tú, Señor, nuestro Di-s, Rey del
Universo, que hizo milagros a nuestros padres en aquellos días,
y en nuestro tiempo".
En la primera noche únicamente, antes de encender, se agrega:
"Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Ha'olam, Shehejeyanu
Vekiyemanu Vehiguianu Lazemán Hazé".
"Bendito eres Tú, Señor, nuestro Di-s,
Rey del Universo, que nos dió vida y existencia, y nos hizo llegar
a este momento".
Una vez encendida la primera vela, mientras se están
encendiendo las restantes se dice:
"Hanerot Halalu Anajnu Madlikín, al Hanisim
Veal Hateshu'ot Veal Hanifalot, Sheasita Laabotenu Al Yedé Cohaneja
Hakedoshim. Vejol Shemonat Yemé Januká, Hanerot Halalu Kódesh.
Veén Lanu Reshut Lehishtamesh Bahem Ela Lirotam Bilbad, Kedé
Lehodot Lishmeja Al Niseja Venifleoteja Vishu'oteja".
"Estas luminarias nosotros encendemos: por los milagros,
por las redenciones y por las maravillas que hiciste para con nuestros
padres, en aquellos días, en este tiempo, por medio de Tus Santos
Cohanim. Y durante todos estos ocho días de Janucá, estas
luminarias son sagradas, y no nos es permitido hacer de ellas uso alguno
que no sea el de contemplarlas solamente; para que así agradezcamos
a Tu nombre por Tus milagros; Tus maravillas y Tu salvación".
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